martes, 15 de enero de 2019

ATE cumple 94 años de vida


En la tarde del 15 de enero de 1925, en el amplio salón del Teatro Verdi, en el barrio de La Boca, algo más de un centenar de obreros de la Dirección Nacional de Navegación y Puertos que trabajaban en el Riachuelo y en la zona portuaria, se reúnen en una importante asamblea, en la cual expondrán la situación de penuria e injusticia en que están sumergidos los estatales. Plantearán la necesidad de dejar constituida una organización que agrupe en su seno a todos los trabajadores estatales, para la  defensa  de sus intereses.
Ese día, quedó conformada la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).  

“Los motivos que dieron origen a la ATE no habían exigido mayor Discusión. Por aquel entonces la situación de los obreros estatales estaba signada por una irritante discriminación. Jornaleros en su inmensa mayoría, sus salarios dependían de la cantidad de días trabajados, y  esa  cantidad  estaba  rigurosamente  medida  por  el  alcance  de  los fondos del presupuesto de la obra estatal” reseña el historiador Daniel Parcero, autor de 5 volúmenes de la “Historia de ATE”, libros publicados a través de CTA Ediciones.
“El asunto era que el pago a esos obreros estaba incluido en una partida global del Ministerio de Obras  Públicas  (MOP),  destinada  a  atender  los  servicios  de  navega-
ción y de puertos. Cuando esas partidas resultaban insuficientes, sencillamente  se  suspendían  las  tareas  los  días  sábado  y  los  obreros, –que    como  señalábamos  antes    en  su  inmensa  mayoría  no  estaban mensualizados,  sino  que  cobraban  por  día  trabajado–,  debían  soportar el peso del régimen de las "economías" añade Parcero.
 En una nota que la dirección de la ATE giró al presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados en abril de 1925, reclamando la mensualización, se decía que la medida favorecía a 6 mil trabajadores de todoslos talleres (Central, Conservación y Puertos, La Plata, Corrientes, Puerto Bermejo, Paraná, Rosario y Concepción del Uruguay). Pero  la  mensualización  era  lo  que  podría  llamarse  un  objetivo de  largo  plazo.  En  lo  inmediato  el  sindicato  de  los  estatales  debía concentrarse  en  reclamos  directos  ante  las  autoridades,  como  la regularización de los pagos que, en algunos casos exhibían demoras
de tres meses, o la garantía de que bajo el régimen del jornal se trabajaría 48 horas a la semana. Los obreros estatales no  tenían  licencias  por  enfermedad,  régimen  impuesto  en  1913  por Roque Sáenz Peña exclusivamente en favor de los empleados, en un momento en que los operarios apenas constituían un número insignificante.  Tampoco  existía  un  sistema  previsional.  Por  su  inestabilidad los  jornaleros  no  realizaban  depósitos  en  la  Caja  de  Jubilaciones  y Pensiones Civiles, fundada en 1904; en caso de cese de la relación laboral con el Estado, los fondos se perdían junto con el trabajo.
“En  la  Marina  del MOP,  por  ejemplo,  el  personal  de  las  dragas  trabajaba  10  horas  por día. Pero en caso de que la jornada se prolongase no cobraba horas extras, sino que las horas trabajadas fuera del horario normal, se compensaban  con  otro  tanto  de  licencia.  No  tenían  descanso  dominical;  en  compensación,  cuatro  días  francos  al  mes.  Pero  en  cuanto  a condiciones de trabajo no eran la excepción” cuenta Parcer acerca de los desafíos que debió encarar la nueva entidad sindical.
Presente
El padrón de ATE alcanza los 305.825 afiliados y afiliadas en todo el país, de los cuáles, 50.000 se sumaron desde 2015 a esta parte. El último padrón, al 31 de octubre, dice que ATE tiene afiliados a 70.758 trabajadores municipales, 167.855 provinciales y 66.825 nacionales.
 En porcentaje el área que más creció es la de trabajadores municipales con 16,98% y trabajadores del Estado Nacional con el 14,85%. ATE ya es el gremio estatal mayoritario en nueve provincias (Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Cruz, Neuquén, Mendoza, Jujuy, Salta, Chubut y Tierra del Fuego).
Los referentes provinciales coinciden en que el crecimiento de afiliados en los municipios es sostenido. En términos de construcción territorial esto se avala con las 8 nuevas seccionales que el gremio ha creado durante el 2016: 3 en Río Negro, 3 en la provincia de Buenos Aires, 1 en Tucumán y 1 en Catamarca, a las que se suman otras 2 de reciente creación en la provincia de Santa Cruz.

Más impactante es trasladar estos porcentajes a la cantidad de municipios en los que se crece: la conducción provincial de San Luis arrancó su labor gremial con 5 municipios, hoy ya está consolidado en 32 de las 64 comunas que tiene la provincia; en Misiones la inserción de ATE por el interior provincial es altamente cuantitativa, está presente en 70 de los 75 municipios; el CDP Río Negro arrancó hace 6 años con actividad en 5 municipios y hoy suma participación en 27 de los 39 que hay en la provincia; el CDP Chaco empezó este período con 5 municipios y ya llega a 20 de los 64 existentes, y en Entre Ríos, la nueva conducción tomó su cargo con una inserción gremial en 16 localidades y ya orilla los 50 entre las 126 que componen el ámbito provincial. Santa Cruz es otro ejemplo de presencia territorial: en el año 2005 creó la primera seccional y hoy tiene 7 seccionales; mientras que en Córdoba la expansión municipal se produce en el sur de la provincia.

“Estos números nos permiten avanzar en la creación de nuevas seccionales, para alcanzar el objetivo más inmediato trazado por ATE que es llegar a contar con 300 seccionales” indican desde el gremio.


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