Melisa
Bogarín tenía 30 años. Era una trabajadora estatal precarizada. Desde hacía ocho
años desempeñaba tareas de Comunicación en el programa ProHuerta –dependiente del
INTA y de Desarrollo Social de la Nación-, en la provincia del Chaco. El
miércoles 12 de abril, Melisa se encontraba participando de una asamblea entre
trabajadores, en la cual estaban presentes autoridades del programa ProHuerta,
con quienes se estaba discutiendo la inestabilidad laboral que volvía a
presentarse ante la renovación de contratos de apenas tres meses. Melisa, madre
de una pequeña hija, esposa de un marido recientemente despedido de la
Secretaría de Agricultura Familiar, se descompensó en plena discusión con sus
patrones, y murió momentos después debido a un paro cardíaco.
La
muerte de nuestra compañera Melisa, que nos desgarra en lo más profundo, debe
necesariamente ser entendida como una consecuencia nefasta del modelo de ajuste
y persecución hacia trabajadores estatales que se profundizó desde el 10 de
diciembre pasado, a partir de despidos masivos y humillaciones, montados sobre
la base de una brutal precarización laboral desplegada en los últimos años en
el empleo público nacional.
Otra
vez, como con Pocho Lepratti, con Fuentealba, con Angel Verón, Mariano
Ferreyra, Kosteki y Santillán, es la clase trabajadora la que pone los muertos
del ajuste capitalista y neoliberal.
Melisa
perdió la vida en las mismas condiciones que nuestro compañero trabajador
municipal de Aristóbulo del Valle, Ramón “Paraguay” Coronel, quien en junio de
2015 falleció en plena asamblea, peleando por sus derechos y el de sus
compañeros ante los atropellos patronales.
El
inmenso dolor que nos atraviesa, no impide apreciar con claridad, y tal como lo
expresan los compañeros de Melisa en el INTA, que el actual gobierno nacional
encarna ya no solo un modelo de hambre y achicamiento del Estado, sino también
un modelo de muerte.
Afirmamos,
que esta muerte es responsabilidad absoluta del gobierno nacional que encabeza
Mauricio Macri, de cada uno de los garantes de este modelo en las provincias y
los organismos, y de quienes tras una década de gobierno dejaron el nefasto
legado de la precarización laboral en el Estado.
Convocamos
a toda la clase trabajadora, a repudiar el modelo de despidos y ajuste, y a
redoblar la lucha en defensa de los puestos laborales, de la estabilidad
laboral, y por un país socialmente justo, soberano y libre de las garras del
neoliberalismo. Un país, como el que soñaba nuestra compañera. Porque de ahora
en más, todos somos Melisa.
CDP
ATE MISIONES
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