(Agencia
de Noticias ATE Misiones). El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional
de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. En este marco, la
Asociación Trabajadores del Estado (ATE Misiones), a través de su Consejo
Directivo Provincial convocó a un paro que se desarrollará durante la jornada
del viernes 24 de noviembre.
Paralelamente,
se realizará a partir de las 8 horas en la sede de la Seccional Zona Sur
(Moreno 1435, Apóstoles), una actividad destinada a las mujeres del sindicato,
convocada por dicha Seccional en conjunto con el Departamento de Género.
“Volvemos
a levantar nuestras voces para alertar sobre las muertes por femicidios que no
se cesan y se acrecientan, por las violaciones y tantas potras formas de
violencia sobre las mujeres, ante una total ineficacia por parte del Estado.
Volvemos a gritar que en los lugares de trabajo persiste también esta
violencia, que la desigualdad se profundiza y que somos las mujeres las que más
sufrimos la desocupación, la precarización y la inequidad salarial” resumió la
Secretaria General de ATE Zona Sur y referente de lucha, María Alvez.
Por
su parte, María Mascareño, responsable del Departamento de Género, informó que
desde ATE “venimos reclamando a nivel nacional y en las provincias, la
declaración de la emergencia nacional por violencia hacia las mujeres y
presupuesto para la ley 26.485; educación sexual para decidir, anticonceptivos
para no abortar, aborto legal para no morir. Desmantelamiento de las redes de
trata y explotación sexual. Rechazamos el ajuste y la reforma laboral,
previsional y los pactos fiscales. Pedimos la urgente implementación de la
Licencia por Violencia de Género. Este y otros temas estaremos abordando
nuevamente, construyendo además propuestas para el cupo de 50% que discute
nuestro sindicato para la modificación de su estatuto”.
Una
reforma contra las mujeres
La
ATE Misiones se encuentra desplegando una campaña de concientización, análisis
crítico y acción ante el llamado proyecto de reforma laboral. En este sentido,
en la jornada que las mujeres protagonizarán este próximo 24 de noviembre, se
abordará la temática desde una perspectiva de género.
“La
normativa (el proyecto de reforma laboral) no es tratada en clave de género,
motivo por el cual, observando las prácticas y pasantías que propone, como
asimismo, la reducción de derechos fundamentales, es de suponer que la mayor
afectación la sufrirán las trabajadoras. Según datos estadísticos, la
precarización afecta en mayor medida a las mujeres trabajadoras y con ello
además, se contribuye a la feminización de la pobreza” enuncia el documento “Reforma
Laboral, un análisis crítico del proyecto presentado por el Poder Ejecutivo
Nacional” de la Asociación de Abogados y Abogada Laboralistas.
Mercedes
D'Alessandro, Doctora en Economía, señala que “Las mujeres sufren mayores
niveles de desempleo (superan el 10%) y precarización laboral, ganan en
promedio un 27% menos que sus pares, brecha que se amplía para quienes están
precarizadas alcanzando un 40%. Si además consideramos que el 60% de lxs
desocupadxs son jóvenes menores de treinta años y, que entre ellxs la mayoría
son mujeres (en algunas provincias superan el 25% de desempleo), el panorama no
puede ser más desolador. Sin embargo, en el documento borrador que circuló en
los últimos días no se observa ningún tipo de reflexión en torno a esta
posición desigual de las mujeres en el mercado de trabajo. Incluso, por el
carácter mismo de la reforma, se omite al personal de casas particulares, que
constituye casi el 20% de las trabajadoras ocupadas y que son quienes sufren
los mayores niveles de informalidad y los salarios más bajos de la economía.
Las travestis y personas trans, cuyos niveles de inserción laboral son
dramáticos, y donde los escasos estudios que hay sobre ellxs muestran que tan
solo el 1% de esta población consigue un empleo formal, tampoco tienen un
apartado o línea especial que dé cuenta de la situación. A su vez, la
definición de trabajo que aparece contenida en el texto no solo iguala a
trabajadores y empleadores, como si no hubiese relaciones de fuerza de por
medio, sino que además deja de lado el conjunto de los trabajos domésticos y de
cuidado no remunerados, que son la clave de la desigualdad de género. Estas
variables que no se consideran a la hora de pensar una reformulación de las
condiciones de empleo hacen que la desigualdad solamente se siga reproduciendo
y ampliando”.
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