(Agencia de Noticias ATE Misiones/
Corresponsalía CLATE). Carlos Aznarez es periodista. Junto a Rodolfo Walsh,
formó parte de la redacción de la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA), creada en 1976, a tres meses de iniciada la
última dictadura militar en Argentina. Esa experiencia periodística
revolucionaria, duró apenas 14 meses. El
secuestro de Walsh , y de varios colaboradores, forjaron la interrupción. Hoy Aznarez es director de Resumen
Latinoamericano, un medio alternativo de comunicación con 30 años de
existencia.
En el marco del 1° Encuentro
Continental de Comunicación de la
Confederación Latinoamericana y el Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE),
Carloz Aznarez protagonizó junto al periodista Pedro Brieger, una disertación
dirigida a comunicadores de sindicatos oriundos de 8 países.
Dicho contexto propició la
siguiente entrevista.
¿Cómo observa el triunfo de Bolsonaro en primera vuelta?
Es grave. Se podría haber
pronosticado, pero ha superado toda predicción negativa. Cincuenta millones de
votos para un candidato que reivindica prácticamente el nazismo o el fascismo,
es algo que tiene que estremecer a todo el continente. Hay razones múltiples.
Algunas, clásicas, como el rol de los medios hegemónicos, creando un clima
aniquilador contra Lula principalmente, que era el hombre que podía haber
derrotado sin duda a Bolsonaro en primera vuelta. Porque Bolsonaro saca estos
votos porque también le quita- increíblemente -algunos votos a la izquierda indecisa, esa que ha dejado de creer en todo y de pronto se vuelca de un
lado para el otro.
Por otro lado están las iglesias
evangélicas, que en Brasil tienen un poderío tremendo, más que en toda la región.
Creo que en ese sentido han jugado un papel fundamental. Han estado al pie del
cañón. Así como lo hicieron en la campaña
de Lula y Dilma también. La iglesia evangélica, especialmente la Iglesia Universal, fue un aliado lamentable que eligió en su
momento el progresismo en Brasil.
Hay otro factor, que tiene que ver con nosotros, con la izquierda, que defiende la
candidatura de Lula, y es que el PT ha sido utilizado por el voto negativo. El discurso
de “me pongo a la corrupción, al PT, y voto a cualquiera”. Ahí evidentemente
hay que hacer una autocrítica muy fuerte.
El PT ha metido la pata en muchas ocasiones. Lula está preso y debería haber
un millón de personas movilizando en Curitiba por su libertad, pero no ocurre,
por ejemplo.
También se perdió en el manejo de
las redes. Bolsonaro no necesitó mostrarse en campaña, rehuyó debates. Con
robots, fakenews y otras cosas, la
derecha ganó la batalla en las redes.
¿Qué debería hacerse en estos días previos a la segunda vuelta?
Todo lo que se haga en estos días,
está bien hacerlo. Se ha perdido un tiempo enorme y hay que mirar adentro, cuestionarnos
porqué nos desmovilizamos, porqué no hubo una presencia casa casa. João Pedro
Stédile, del MST, quien es la figura más importante de la izquierda en Brasil
después de Lula, dijo dos cosas en estos días. Una es que si ganamos, si gana
Haddad, el próximo gobierno no puede seguir jugando a la conciliación de
clases. En Brasil hay una lucha de clases tremenda y no se puede seguir con un
discurso moderado, social demócrata o neo desarrollista. De ese modo no se
puede vencer al imperio y el fascismo. João Pedro dice que hay que enamorar
nuevamente al pueblo, rescatar el voto en blanco, al indeciso, y eso se logra
poniendo el cuerpo. Y lo dice en tono de duda y crítica, porque pregunta
cuántos estamos dispuestos a poner el cuerpo realmente. Si perdemos esta
elección, hay que aumentar las cuotas de resistencia. No hay que desesperarse.
Se puede perder por cuatro años o por toda la vida. Eso está en nosotros. Hay
que salir desde el primer día a militar la calle, a ser el PT originario, a recuperar
el partido de la burguesía que se apropió del mismo, y derrotar a Bolsonaro en
todos los ámbitos posibles. Hay que pegarse a los movimientos sociales,
escuchar a los sin techo, a los de abajo y no negociar nunca más con los
burgueses que luego te cavan la fosa.
¿Qué procesos políticos actuales, en el continente, les parecen los de mayor
referencia para la izquierda ?
Cuba siempre. Han sabido sostener
una revolución. Los nicaragüenses le ganaron a la dictadura por la fuerza de
las armas pero el proceso ahora está en un baile dificilísimo. El otro que me
gusta mucho es el proceso de Bolivia, porque ha empoderado a la gente de una
manera muy particular, a quienes estaban
en el subsuelo los puso en la superficie y eso ha gratificado al país, ha
sacado a Bolivia a jugar en el plano internacional. Y creo que todavía tiene
las armas suficientes ideológicas para ser reelecto y ahí profundizar. Y en Venezuela,
si bien es distinto, el empoderamiento
de los campesinos es el escudo fundamental junto a la unidad con las fuerzas
armadas para defender el proyecto. Hay que sacarse de encima a quienes se ponen
la boina roja y no tienen nada de revolucionarios, y defender a (Nicolás) Maduro, quien tuvo la soltura y
dignidad de escuchar a la gente y tomar medidas que fueron fundamentales. Ahora
es urgente solucionar el problema económico, y pasar a la ofensiva para que la
gente no siga sufriendo.
Entrevista: Sergio Alvez
Foto: Nahuel Garzón
No hay comentarios:
Publicar un comentario