El pasado 17 de febrero de 2016 el Ministerio de Seguridad de la Nación dio a conocer el nuevo Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad en Manifestaciones Públicas. Este protocolo se compone de tres artículos y un anexo de cinco capítulos, contenido a través del cual el Estado fija un reglamento que comprende a todas las manifestaciones en el espacio público dentro del territorio nacional.
Desde el Consejo Directivo Provincial de la Asociación de Trabajadores del Estado, advertimos con suma preocupación que esta normativa constituye una nueva herramienta, que viene a plantear un escenario de extrema complejidad, ya que bajo la excusa de garantizar el “derecho a la libre circulación” propicia un encuadre que habilita a las fuerzas de seguridad a actuaciones represivas y anti democráticas.
Desde el Consejo Directivo Provincial de la Asociación de Trabajadores del Estado, advertimos con suma preocupación que esta normativa constituye una nueva herramienta, que viene a plantear un escenario de extrema complejidad, ya que bajo la excusa de garantizar el “derecho a la libre circulación” propicia un encuadre que habilita a las fuerzas de seguridad a actuaciones represivas y anti democráticas.
Al mismo tiempo, este protocolo limita severamente la libertad de expresión de los comunicadores y periodistas en las coberturas de las manifestaciones, ya que establece una “zona de ubicación determinada” para el periodismo en las manifestaciones públicas, lo que imposibilita poder registrar debidamente todas las situaciones que pueden darse en una posible represión, registros fundamentales para la reconstrucción de los hechos tanto en el plano periodístico como en el judicial. Claramente, lo que busca el Protocolo es dar vía libre a la actuación represiva y garantizar que estas acciones no puedan ser debidamente registradas.
El 5 de marzo recordaremos un nuevo aniversario de la salvaje represión a trabajadores que sufrimos en el Puente Garupá, que terminó con la detención de 19 compañeros de ATE y CTA Misiones. En aquella represión, las fuerzas de seguridad (Gendarmería, Policía de Misiones e Infantería) actuaron en conjunto y totalmente por fuera del Protocolo entonces vigente, con agentes reprimiendo sin identificación y portando armas de fuego, entre otras irregularidades. El nuevo protocolo, viene a otorgar una peligrosa “legitimidad” a estas prácticas.
Entendemos que el derecho a la circulación no puede estar nunca por encima del derecho a la protesta social, y especialmente al derecho a una vida digna, con trabajo, con salud, con salarios dignos, con derechos humanos, que son en líneas generales las razones que convocan a las organizaciones como las nuestra a realizar manifestaciones públicas. En lugar de generar nuevas herramientas represivas, el Estado debe preocuparse y ocuparse de atender – y resolver- cada uno de los reclamos y demandas planteadas desde las organizaciones y colectivos sociales.
Por último, advertimos que este Protocolo, es una manera de condicionar a los trabajadores en sus reclamos, en el marco de un presente donde se está desatando un feroz ajuste contra la clase trabajadora, que incluye despidos masivos en todo el país, acompañado de un paquete de medidas económicas que perjudican fuertemente a los trabajadores y trabajadoras argentinas, y benefician a los sectores más concentrados y poderosos.
Entendemos que el derecho a la circulación no puede estar nunca por encima del derecho a la protesta social, y especialmente al derecho a una vida digna, con trabajo, con salud, con salarios dignos, con derechos humanos, que son en líneas generales las razones que convocan a las organizaciones como las nuestra a realizar manifestaciones públicas. En lugar de generar nuevas herramientas represivas, el Estado debe preocuparse y ocuparse de atender – y resolver- cada uno de los reclamos y demandas planteadas desde las organizaciones y colectivos sociales.
Por último, advertimos que este Protocolo, es una manera de condicionar a los trabajadores en sus reclamos, en el marco de un presente donde se está desatando un feroz ajuste contra la clase trabajadora, que incluye despidos masivos en todo el país, acompañado de un paquete de medidas económicas que perjudican fuertemente a los trabajadores y trabajadoras argentinas, y benefician a los sectores más concentrados y poderosos.
CDP ATE MISIONES
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