lunes, 12 de febrero de 2018

Germán Abdala, un legado de lucidez y coherencia


El 12 de febrero se conmemora un nuevo aniversario del nacimiento de Germán Darío Abdala, quien es para muchos, uno de los más lúcidos militantes políticos y sindicales de la historia argentina. El investigador bonaerense Marcelo Paredes, rescató parte de su vida, obra y pensamiento en el libro “Aún nos guía”, publicado a través de CTA Ediciones. Esta obra permite una aproximación al legado de un dirigente fundamental para la clase obrera argentina, emblema de la resistencia al neoliberalismo salvaje, y al mismo tiempo un hombre “que vivía como hablaba”. 






1. Germán Abdala nació en Santa Teresita (Buenos Aires), muy cerca del mar, un 12 de febrero de 1955, unos siete meses antes que sucediera el nefasto golpe de Estado que derrocaría al Presidente constitucional Juan D. Perón. Junto a su madre y sus hermanas mellizas, se mudó a Capital Federal en 1968. No terminó la secundaria. Pero comenzó su temprana militancia social en el Frente Barrial de la organización Amado Olmos y en Patria Grande de Lanús. En 1975 ingresó como pintor a los Talleres de Minería del Estado. Tenía 20 años cuando se afilió a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Diez años después, fue electo secretario general de la ATE Capital Federal, recuperada ésta de las garras de quienes habían sido colaboradores de la dictadura. Fue uno de los fundadores de la Agrupación Nacional de Unidad y Solidaridad de ATE, gestada a escondidas de la represión. Fue protagonista del primer paro de obreros contra la dictadura en su sector laboral. También fundó el Movimiento Renovador Peronista y en 1989 fue electo diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Desde su bancada, fue un acérrimo opositor al neoliberalismo salvaje impuesto por el gobierno de Carlos Menem y renunció a su cargo y al partido justicialista en repudio al indulto a los genocidas. Durante su gestión dejó un legado fundamental, en forma de proyecto aprobado: la ley de convenciones colectivas de trabajo para los trabajadores del Estado.
Fue padre de cuatro hijos, participó de la fundación de la Central de Trabajadores de la Argentina. Peleó por la dignidad de los trabajadores y un país equitativo hasta el día de su muerte. Tenía solo 38 años cuando una enfermedad terminal acabó por llevárselo.
2.Marcelo Paredes es periodista e investigador. Desde hace más de 25 años forma parte de ATE y CTA, desde donde coordina actividades y producciones culturales. Realizó el guión del documental “El día que los tacones se organizaron”, trabajo que narra la experiencia de la Red de Trabajadoras Sexuales de América Latina y el Caribe. Entre otros trabajos, realizó la investigación histórica para el Museo La pastera acerca de la vida y obra de Ernesto Guevara. Participó en la redacción e investigación de “Historia del Movimiento Obrero Argentino (CTA Ediciones), y en 2013 publicó a través de dicha editorial, el libro “Aún nos guía” dedicado a la obra y vida de Germán Abdala.
3.“No me imagino la vida sin el mar. No me siento yo. Sería como querer imaginarme la vida sin amigos, sin un buen vino tinto, sin una mujer desnuda, como canta Serrat a Benedetti” dijo alguna vez Germán Abdala, y el libro de Marcelo Paredes recoge el testimonio en una de sus primeras páginas, en las cuáles en primera persona, Abdala narra aspectos de su infancia marítima en Santa Teresita. “Nací en el 55, en un pueblito hermoso, al lado del mar. Nací en una estancia porque no había médico en el pueblito. Había unas diez casitas. Los pescadores deben conocer esa zona, es hermosa, hay corvina negra y corvina rubia (…) Mi viejo era comerciante como mi abuelo, tenía negocio de ramos generales, como todos los turcos entonces. Tuvimos una infancia muy linda, con mucho contacto con la naturaleza, eso de andar en patas todos los días, cerca del mar, con gusto a sal todos los días”.
Ya en la adolescencia, Abdala lee a Cooke, a Perón, a Mao. Él mismo dirá: “como buen pibe de los setenta, estaba peronizado hasta los huesos. Idedologiado. Fui capaz de leerme todo”.
En este mismo testimonio autobiográfico, Germán Abdala recuerda que “en algún lugar perdido debe andar la tapa de la revista El Descamisado, donde aparezco con los compañeros de la villa, llevando una bandera a Ezeiza el día que volvió Perón, el 20 de junio de 1973. Tuvimos coraje y huevos para enfrentar a los fachos que tiraban desde el palco pero cuando volvía a casa, casi a la medianoche, y mi vieja me vio todo embarrado, sucio y dolido por dentro y por fuera, volví a ser un pibe mientars ella me gritaba ¿dónde estuviste? Mirá cómo viniste! Ya te vas a bañar!. Pero antes de eso yo había inaugurado mi vida de militante, en la villa de Parque Patricios. Ahí había compañeros con los que me unía la misma concepción obrera y revolucionaria del peronismo”.
4.El libro de Paredes recopila diversos testimonios de Germán Abdala, extraídos de entrevistas y discursos históricos. En uno de estos extractos es posible leer la siguiente frase de: “Me parece que recién ahora empezamos a comprender en toda su magnitud el fenómeno sociopolítico que ha ocurrido en nuestro país con la dictadura militar y tal vez un poco antes con el intento de vaciamiento del peronismo con Isabel, Rodrigo, López Rega y la Triple A. Luego con la dictadura, todo llevó a vaciar a un movimiento social de contenido, y lo ha terminado coronando todo este proceso menemista en este país. Todo esto viene de la mano de la doctrina de seguridad nacional y de las democracias restringidas o formales. Estos dos modelos son los que han llevado a quebrar las actitudes solidarias de nuestro pueblo y arrinconar ideológicamente cualquier actitud de cambio”


5.“Hoy estamos empezando a verbalizar lo que significó el proceso militar en este país, que aparte de todo lo que fue la persecución y la ilegalidad nos rompió las actitudes solidarias, nos hizo a vos y a mí dudar de que juntos podíamos hacer algo bueno. En eso tuvieron éxito. Nosotros dudamos y a veces decimos, “Pará, si me puedo salvar yo, está la mano dura, está difícil esto, para qué comprometernos. Mirá que nos fue tan mal antes, cómo ahora…”. Entonces rompieron las actitudes solidarias en una sociedad y ese es el valor tal vez más alto que puede generar la sociedad en su evolución” (Germán Abdala) .
6.“Germán estaba trabajando en Minería, en esa época estábamos formando la agrupación, en oposición a la oficial que había en ese momento en el gremio. Cuando estábamos adentro de la seccional el compañero De Gennaro me dice: “Mirá, tengo un pibe ahí en Minería que anda bien, a ver si lo podemos arrimar para que venga a ingresar en el gremio, que es un buen puntero y militante, aparte coloca vidrios, es vidriero, lo traemos de entrada para colocar unos vidrios y después lo hacemos instalar” (Alberto Giúdice, ATE, compañero de Germán).
7.“Germán fue quien levantó las banderas de defensa del patrimonio de la Patria, del Estado, de las áreas estratégicas que tanto peleamos desde la recuperación de nuestro sindicato. Él, con Víctor De Gennaro y tantos otros desde Jujuy a Tierra del Fuego llevaron esa bandera de que la Patria se hace todos los días cuando se defiende el Estado y cuando se defiende el patrimonio de la riqueza de los argentinos. En la peor época, cuando nos decían que las ideologías se habían muerto, Germán, a quien la salud no lo acompañaba, ponía toda su entrega en la defensa y la coherencia que su militancia nos entregó a todos nosotros” (Rodolfo Arrechea, ATE, compañero de Germán).


8.Germán Abdala fue elegido diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires el 14 de
mayo de 1989 integrando la lista del FREJUPO y se enteró de los resultados electorales al
salir del quirófano en una de las tantas operaciones que sufrió. Asumió el 10 de diciembre
del mismo año con la convicción de ser leal a la clase trabajadora.
Abdala fue Vicepresidente Segundo de la Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones y se opuso firmemente a la privatización de Altos Hornos Zapla, Aerolíneas Argentinas y Entel, entre otras empresas públicas. A través de un Proyecto de Resolución propuso suspender por sesenta días la aplicación de la Ley 23. 696 (Reforma del Estado) y sus decretos reglamentarios “en lo referido a privatizaciones o concesiones respecto de empresas de propiedad del Estado Nacional”. Entre sus proyectos se destaca el reconocimiento del Estado de Palestina y la aprobación de apertura de su Embajada en Buenos Aires; el pase a planta permanente de trabajadores temporarios en áreas del Estado; la penalización severa contra hechos de corrupción desde el Estado como el “tráfico de influencias”; el pedido de informes por los casos, cada vez más graves y extendidos, de enfermos de SIDA; la suspensión de la privatización de Aerolíneas Argentinas, hasta que el Congreso se expida; la creación del Fondo de Emergencia Sanitaria para solventar las necesidades mínimas para la atención de la salud; la amortización en cuotas de los préstamos otorgados por el Banco Hipotecario Nacional para la vivienda; la aprobación de un nuevo régimen de protección a la memoria histórica conservada en el Archivo General de la Nación; alertó sobre el vaciamiento de Ferrocarriles Argentinos y presentaron junto proyectos contra el tráfico de influencia y por la obligación para los legisladores de presentar declaración de bienes y antecedentes en empresas privadas.
9.“En nuestro país, el Estado es la única herramienta que tenemos las mayorías nacionales y populares para velar por nuestros intereses. Nosotros no tenemos corporaciones, no tenemos Colegio Militar, no tenemos Curia, no tenemos nada de eso… La única herramienta a la mano que tiene el pueblo argentino es el Estado, que es el que puede velar por los intereses de salud, vivienda, educación, para garantizar que no haya desigualdades, para garantizar que los que más tienen, paguen… El Estado sirve para fiscalizar que las grandes empresas no paguen en negro al personal y evadan los aportes jubilatorios o los aportes fiscales. Nosotros seguimos sosteniendo la necesidad de un plan que haga eje en las necesidades del pueblo argentino, que haga recaer el peso de la crisis en quienes acrecentaron su riqueza con medios ilegítimos, especulando con la deuda externa y el vaciamiento del Estado” (Germán Abdala, en entrevista con Mona Moncalvillo, revista Humor, 1987).
10.“Fundamentalmente, Germán fue un compañero. Con lo difícil que es en esta época de tanta hipocresía, de tanta frivolidad, de tanta corrupción, recordar a alguien que el poder no pudo corromper” (Carlos Cassinelli).
11.Marcela Bordenave fue esposa de Germán Abdala, madre de uno de sus hijos y quien lo acompañó hasta sus últimos días. Representó a la Provincia de Buenos Aires en la Cámara Baja del Congreso Nacional y actualmente se desempeña como consultora en la Cancillería Argentina.
““S i alguien tenía espíritu de Estado, corazón de Estado, era Germán. Para él el Estado era ese instrumento, esa herramienta que a través de otro instrumento que es la política, había que modificar. Lo demostró a lo largo de toda su vida, luchando desde ANUSATE para poder recuperar ATE, que fue el único gremio, el único sindicato que en el 84 fue realmente recuperado de las manos de un genocida, Horvarth, que fue el que “dedeaba” a cada uno de los compañeros del Estado, por eso los desaparecidos, por eso los presos, los exiliados. Y digo que fe el único, porque todos los gremios que fueron recuperados después de la dictadura, los recuperan sus antiguos jefes, aún hoy, algunos siguen estando en manos de esos jefes. Otra de las cosas que quiero rescatar de Germán es su coherencia porque sentía, pensaba, hablaba y actuaba de la misma forma. Un tipo humilde, ahora… era un león convenciendo gente. Por ahí venía uno seguro de que una piedra era roja y terminaba siendo negra, porque Germán decía que era negra. Y encima después decía “¡Qué pelotudo!, ¿cómo puede haber pensado que era negra?”. Tenía grandes cualidades Germán, pero creo que lo más importante que nos dejó es esto de ser coherentes, ser felices con esa coherencia, hacer las cosas alegremente y el haber sido capaz de seguir siendo hoy un ejemplo. Hay un video que se llama Germán por Germán, que hizo mi hijo Bruno, donde sólo habla Germán; y todo lo que dice ahí sigue vigente. Un tipo que se empeñó en que el Estado fuera un Estado Benefactor, que beneficiara a las mayorías. Un tipo que se opuso desde la Cámara de Diputados a todo lo que fueron las privatizaciones y alertó sobre lo que iban a significar. Un tipo simpático, un tipo querible, un tipo capaz de transformar las peores cosas en las mejores. Se puede hablar mucho de él, pero lo importante es que todos aquellos que tenemos “un poquito de Germán”, los que lo conocimos, los que lo escuchamos hablar desde los videos, o los que lo leímos, aprovechemos ese “poquitito” y hagamos un Germán enorme para tener una Patria grande, libre y soberana”.
Fuente: Aún nos guía, Marcelo Paredes, Ediciones CTA, 2013.

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