miércoles, 23 de marzo de 2016

Manifiesto de ATE Misiones a 40 años del Golpe genocida

 
FUERON ELLOS. El actual secretario general de ATE Nacional, Hugo Godoy, señalando a los genocidas.

A 40 años del golpe de Estado que inauguró el régimen más sangriento que haya existido en la historia de nuestro país, desde la Asociación Trabajadores del Estado, reivindicamos a cada uno de los 30 mil compañeros y compañeras que fueron asesinados o que permanecen desaparecidos. En ellos, vemos reflejado el espíritu de una lucha por un país diferente,  con justicia social, con salud y educación para todos, con trabajo y libertad.  
La dictadura cívico militar que se instauró en la Argentina aquel 24 de marzo de 1976,   ejecutó bajo el eufemismo de “Proceso de Reorganización Nacional”, un plan sistemático de secuestro, tortura  y aniquilamiento de militantes y dirigentes sociales, de estudiantes, de sacerdotes y monjas tercermundistas, de maestros y maestras, sindicalistas, periodistas, integrantes de Pueblos Originarios, y trabajadores en general. Este plan, que además incluyó el robo de bebés y otras aberraciones, fue implementado como parte de un programa económico cuyo propósito fue la entrega de los recursos del pueblo hacia los grandes grupos económicos que imperaban en el país y el extranjero. Es decir, la implementación de una gigantesca transferencia de recursos de la clase trabajadora hacia los sectores más poderosos, aquellos que entonces y ahora definen los destinos económicos de nuestro país. En esos años, la dictadura cívico militar gestó la inmoral deuda externa que todavía pesa sobre nuestro pueblo.

Nuestra organización, la ATE, fue víctima directa del terrorismo de Estado. Por un lado, a partir del secuestro, detención y asesinato de cientos de compañeros a lo largo y ancho del país. Por el otro, a partir de una intervención que redujo a nuestro gremio a su más nefasta expresión.  Pero aquel contexto terrorífico, fue el que hizo emerger la valentía e inteligencia de grandes compañeros que hoy son referentes y parte de nuestra gloriosa historia. Nos referimos a Héctor Quagliaro, Víctor de Gennaro, Germán Abdala y otros compañeros que crearon la agrupación ANUSATE, disputaron y recuperaron nuestro gremio de las garras de la intervención militar.
Sin ir más lejos, nuestro actual secretario general a nivel nacional, Hugo “Cachorro” Godoy, es un sobreviviente de la dictadura que estuvo 8 años detenido, y que cuando le tocó ser testigo en uno de los juicios contra los genocidas, no dudó en señalar uno a uno a los represores que pudo identificar (ver fotografía adjunta a este comunicado).
Hoy, ya con más de 33 años de vigencia formal e ininterrrumpida del sistema democrático en la Argentina, observamos claramente que esta no es la democracia por la que nuestros compañeros y compañeras dieron la vida. Seguimos inmersos como país, en la inequidad, en la injusticia social, con una distribución de la riqueza completamente desigual, con cientos de miles de familias inmersas en la pobreza pese a ser un país rico en recursos de todo tipo. Producimos alimentos para 400 millones de personas pero tenemos hambreados en todo el país. Nuestro sistemas de salud y educativo siguen siendo deficientes y excluyentes. Seguimos teniendo desocupación y precarización laboral. La posesión mayoritaria de la tierra sigue en manos de grandes multinacionales o terratenientes mientras nuestros Pueblos Originarios y pequeños productores no pueden acceder a un pedazo digno de tierra para producir alimentos.  Alcanzar la justicia social entonces, es una enorme deuda de la democracia, y debe ser un desafío impostergable para nuestra organización y todas las organizaciones sindicales y sociales del país.

En materia de Derechos Humanos, valoramos los avances que se dieron en materia judicial, que permitieron el juzgamiento y condena de 660 represores. Pero al mismo tiempo advertimos que muchas de las prácticas feroces de la dictadura, hoy se replican en todo el país por las fuerzas de seguridad. Secuestros, asesinatos, torturas y desapariciones siguieron siendo moneda corriente en democracia, y prueba de ello es la existencia de una nómina elaborada por la organización CORREPI, donde se da cuenta de la existencia de más de 5.500 casos de personas asesinadas por las fuerzas de seguridad entre 1983 y el presente.
Sin ir más lejos, en la provincia de Misiones, solo en los últimos años unas 25 personas aparecieron muertas en comisarías. Y desde 2008, se encuentra desaparecido el joven trabajador Mario Golemba, visto por última vez en la comisaría de su pueblo, Dos de Mayo.
En paralelo, los gobiernos democráticos siguen ejecutando la represión de la protesta social, provocando muertos, heridos y presos por reclamar trabajo, vivienda o justicia. Nuestra provincia no es ajena a este contexto. A la represión, se le agrega la criminalización de la protesta, que mantiene actualmente a más de 5000 militantes sociales judicializados, entre ellos los 19 compañeros de nuestra organización que fueron detenidos en la salvaje represión policial del 5 de marzo de 2014 en el Puente Garupá.

Por todo esto, a 40 años del golpe, desde ATE Misiones exigimos:
-Cese de la represión, la tortura y las desapariciones en democracia.
-Mantenimiento y actualización de los Juicio por Delitos de Lesa Humanidad en la Provincia y el país.
-Desprocesamiento de todos los y las  luchadores sociales criminalizados.
-Derogación de la Ley Antiterrorista y el Protocolo de Acción para Manifestaciones Públicas.
- Trabajo, tierra, justicia, salud, educación y vivienda digna para todos los habitantes de la provincia de Misiones.
-Libertad sindical, salarios dignos y estabilidad laboral para todos.

30 MIL COMPAÑEROS DESAPARECIDOS, ¡PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!



ATE MISIONES

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