lunes, 13 de junio de 2016

“El gobierno provincial ejerce violencia de género contra las promotoras de Salud”




(Agencia de Noticias ATE Misiones). Victoria Ruizdiaz (32) es promotora de salud,  figura con la que desde el 2004 se denomina a más de un millar de trabajadoras laboralmente precarizadas- el 95% son mujeres- que para el Estado son “becarias”.  Actualmente el sueldo que perciben estas trabajadoras es de apenas 3 mil pesos por mes por tareas diarias que en muchos casos superan las 8 horas. Además son obligadas por coordinadores y autoridades dependientes del Ministerio de Salud Pública de la Provincia de Misiones, a realizar tareas impropias del sector e incluso cubrir vacaciones y licencias de otros sectores. 



No tienen aguinaldo ni obra social y son obligadas a asistir a actos partidarios del partido gobernante (Frente Renovador de la Concordia). Ni siquiera se les reconoce debidamente las licencias por maternidad: apenas 15 días les dan a cada promotora que da a luz. Las aberraciones salariales y laborales a las que el gobierno provincial somete a estas mujeres, llevaron a las mismas a organizarse dentro de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), desde donde hoy encabezan una disputa histórica por sus derechos.  Victoria es una de las delegadas del sector. 

¿Desde cuándo sos promotora de salud?
Desde el 1 de agosto de 2012. Entré al sistema porque nos decían que era una beca en la cual nos iban a capacitar para que podamos ingresaren poco tiempo al sistema formal de trabajo de Salud Pública con contrato de relación de dependencia. Pero en ningún momento nos informaron que en lo que verdad haríamos iba a ser trabajar todos los días por un sueldo indigno, cumpliendo muchas más horas de lo estipulado, y siempre bajo la promesa de un contrato que nunca llega. Hay compañeras que hace más de diez años están esperando. Hoy cobramos 2400 pesos mensuales al mes pasado.

¿Cómo es el régimen laboral?
Podríamos decir de esclavitud. En principio porque no nos reconocen como trabajadoras sino como becarias, y eso nos quita todos los derechos a pesar de que en la práctica claramente somos trabajadoras. Y de maltrato. Nos hacen trabajar muchas más horas que las cuatro establecidas, sin los elementos e indumentaria necesarias, por un sueldo muy magro, el peor salario de toda la Salud Pública del país, y nos niegan derechos básicos, como la licencia por maternidad por ejemplo. Estamos totalmente precarizadas. Es un régimen violento.  El gobierno provincial ejerce violencia de género contra las promotoras de Salud. Vivimos promocionando derechos de lactancia, derechos que tienen las madres y las mujeres y nosotras no tenemos esos derechos porque el propio Estado que es nuestro empleador nos lo niega.

¿Qué las llevó a organizarse y perder el miedo para empezar a reclamar públicamente?
El cansancio. El manoseo constante. Las necesidades que tenemos. Perdimos el miedo. Nos acercamos al gremio para organizarnos y luchar. Las autoridades siempre nos dicen que  los gremios son para los trabajadores con contrato y  que nosotros no tenemos derecho a nada porque somos becadas, pero sabíamos que eso no es así y hoy encontramos en ATE y CTA la posibilidad de unirnos y salir a luchar por el fin de esta esclavitud.Venimos de doce años de explotación y silencio. Hoy vamos por una reparación histórica. Nuestro reclamo es estabilidad laboral y salario digno acorde a la canasta familiar. Nosotras somos una herramienta fundamental para el sistema de salud, la comunidad lo sabe perfectamente y las autoridades también. Es hora de devolverle la dignidad laboral a nuestro sector.






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